Kiev, asentada sobre una colina que domina el Dnieper, es el punto de partida del arte bizantino en la Europa oriental. Allí, Jaroslav el Sabio extendió la ciudad hasta seis veces su área original y en su centro construyó la catedral de
Santa Sofía como sede del obispo metropolitano de Rusia,
peeero...( hoy estoy criticón, que le vamos a hacer) la foto que nos has puesto no es de la catedral, sino del monasterio de
San Miguel de las Cúpulas Doradas, destruido por los soviets en los años 30 y reconstruido a la caida del régimen comunista en los 90.