China, Comienzan los Juegos Olímpicos 2008
Del 8 al 24 de agosto, la ciudad de Beijing será la sede de los Juegos Olímpicos número 29. Es un evento deportivo planetario que lleva a China al centro del mundo, un inmenso país donde vive uno de cada seis de los seres humanos. El día de la inauguración está ya en puerta y ni la complejidad de la organización, ni los riegos de atentados del terrorismo, ni el calor y la polución de la ciudad, podrán detener la apertura prevista el 8 de este mes. Para ese magno evento que se repite cada cuatro años como lo requiere la tradición y el reglamento, todos los países están invitados a participar. Las normas deportivas unificarán a cada equipo y a atletas de todas las nacionalidades, pero en el encuentro mezclarán la multiplicidad de las culturas en un solo afán de competitividad amistosa y como lo dijo el iniciador, el Barón Pierre de Cubertain: "Lo importante es participar!". Los que no tenemos la suerte de asistir en vivo a los Juegos Olímpicos y los telespectadores del mundo entero, podrán hacerlo en directo a través de los diferentes canales de televisión y las funciones prometen no ser decepcionantes porque los organizadores chinos programaron los eventos en grande y seguramente de una manera espectacular.
China, el país anfitrión, con una gran cultura ancestral, desarrolló de una manera rápida su potencial al mundo moderno y su urbanismo para recibir los J.O. 2008 en su capital. Hace unos treinta años, Pekín estaba conectado a su aeropuerto por un camino aislado, donde el extranjero que llegaba de visita tomando un taxi para hacer el trayecto, se esperaba a ver cruzar cualquier animal doméstico o de campo. Desde entonces, con la apertura y las reformas, así como la mundialización de la economía, China se ubica como país-continente en el centro de las potencias actuales. Con sus cuatro mil años de civilización, los chinos han siempre considerado que se encontraban en el centro del mundo. En el siglo XVII, los primeros misioneros vieron sus equipajes confiscados y más tarde los dignatarios extranjeros fueron recibidos en la corte imperial como sencillos vasallos que venían a rendir homenaje al "Hijo del Cielo". Esta época pasó a la historia y los dirigentes actuales deben su éxito al capitalismo pero quedando los herederos del gran timonero Mao Tse Tung, que aparece siempre en los billetes de banco. Lo que siempre perdura intacto es el "orgullo nacional" chino que hace que para ellos los Juegos Olímpicos sean tan importantes. Por eso, el régimen y una gran parte de la población se estaban preparando desde varios años. La ciudad de Pekín vio barrios enteros desaparecer por demolición o remodelación, mientras construcciones arquitecturales impresionantes y espectaculares salieron de tierra, con la ayuda de un ejército de grúas como flechas erguidas en el cielo. Pero la influencia de los Juegos no se limita solamente al urbanismo y el patriotismo del pueblo se comprobó durante la tragedia del último temblor sucedido en Fichan el 12 de mayo. Confrontado con el desarrollo del internet y de los medios más libres, las autoridades de Pekín no trataron de minimizar los siniestros sino por lo contrario, mostraron una nueva manera de control de la comunicación política, permitiendo a la prensa el acceso a los lugares de los desastres. El espectáculo puede empezar desde el 8 de agosto y, por diecisiete días, China, el país de la Gran Muralla y de la Ciudad Prohibida, estará de regreso en el centro del mundo, con la mirada de millones de personas atentas a los Juegos Olímpicos del 2008.
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