Ataque de Nelson a Santa Cruz de Tenerife.
Toda ciudad cuenta con un suceso, monumento, personaje o privilegio que la enorgullece. En el caso de Santa Cruz, el ataque del almirante inglés Nelson, constituye el pasaje de su historia más recordado y ensalzado. En realidad, pocos hechos en Canarias han centrado tanto la atención de los estudiosos de nuestro pasado.
Cuando el ataque de los ingleses se produjo, España se encontraba en guerra contra Inglaterra. La escuadra que atacó la bahía tinerfeña partió precisamente de las costas gaditanas donde la armada inglesa sometía la ciudad a un asedio. El almirante Nelson se dirigió al puerto de Santa Cruz, con las perspectivas de conseguir un buen botín al tener noticias de que en él estaban anclados dos navíos procedentes de Manila.
El ataque del 25 de mayo de 1797 no respondía a una estrategia de invasión y sometimiento de la Isla a la Corona inglesa. Ante todo, siguiendo la pauta de los marinos de la época, se buscaban las riquezas que podrían proporcionar los barcos que desde las colonias españolas venían cargados de caudales rumbo a la metrópoli, y, si las circunstancias lo permitían, saquear la plaza y solicitar una contribución en concepto de rescate.
El almirante contaba para la expedición con nueve buques y un total de 393 cañones. Sin embargo, no tuvo en cuenta la disposición defensiva de los isleños, demasiado acostumbrados al paso de navíos enemigos por sus costas, y tampoco contaba con un conocimiento detallado del terreno.
El relato de la batalla en el kmz.