He vivido 5 años en Toledo. La ciudad rezuma judaismo oculto y cristianismo exacerbado.
No conozco otra ciudad con tal densidad de iglesias y conventos... y por las noches no te dejan dormir las campanas si abres la ventana.
Es un tema apasionate... pero como cambian las cosas. Los lugares que tanto tiempo han intentado ocultar los restos (y rasgos) del judaismo... ahora lo ponen de moda.
Gracias, Roberto.