MONTBLANC
El auge más importante de la villa es en el siglo XIV cuando llega a ser la séptima ciudad de Cataluña por número de habitantes y una villa con un importante peso económico. El rey Juan I concedió a su hermano (y futuro rey) Martín el Humano el título de Duque de Montblanc.
Entonces se construyen las obras más importantes de la villa; el recinto amurallado (con 31 torres y 5 puertas), la iglesia de Santa María, el hospital de San Marcial y el Palacio de los Alenyà. Se cubrió el torrente Riuot, que pasa por el centro de la villa y se edificaron molinos, puentes, la prisión, etc.