No es una gran estatua ni monumento, de hecho se basa a ras de tierra y su altura es la de un humano a tamaño natural. Realizada en bronce, y situada en el paseo de la escollera de levante en el puerto de Torrevieja, su calidad sobre todo simbólica y emotiva es evidente. Se trata del
Adiós al marinero.
La escollera que remata el faro del Puerto de Torrevieja se ha convertido en un auténtico paseo volado de mas de 1600 metros lineales de extensión, construido en base a una moderna y funcional estructura donde se combina la madera y el metal.
Inaugurado el pasado 7 de diciembre del 2000, uno de los lugares más frecuentados por turistas y torrevejenses. Destaca su panorámica “entremares”, por un lado el horizonte del Mediterráneo y por el otro, la dársena portuaria. Varias pérgolas están ubicadas en las plazas de mayor anchura del paseo. En una de ellas resalta la figura de
“la mujer que despide al marinero de Torrevieja”, una escultura que es motivo de fotografía asegurado.
Estas son las fotos que tomé: