Bunker en la playa del Prat.
En el año 1937, en pleno conflicto bélico, el consejo de defensa de la Generalitat de Catalunya y la Junta de defensa de El Prat deciden realizar obras de fortificación en todo el perímetro de la playa con la intención de combatir y defender el aeródromo militar y proteger a la población civil de los ataques de las tropas franquistas.
La tarea se ordena a los jóvenes de El Prat que trabajan en la Seda de Barcelona. En pocos meses construyen trincheras, varios nidos de ametralladoras anti-aéreas y un pequeño refugio-bunker en la zona de La Pineda.
En la actualidad tan sólo queda un nido de ametralladora que permanece semienterrado, el resto fue engullido por el mar.