El hombre de Pekín en Zhukudian, China en Google Maps 🗺️ k08 ✈️

Se trata de un cerro calcáreo como otras decenas en las afueras de la metrópoli en el que nadie reparó demasiado hasta 1921. Sin embargo, la leyenda ya contaba que los habitantes del pueblo ven-dían dientes fósiles haciéndolos pasar por dientes de dragón, a los que atribuían poderes curativos.

Uno de esos dientes fue a parar a las manos de Johan Gunnar Anderson (1874-1960), un geólogo sueco que estaba trabajando en Pekín contratado por el gobierno chino.
Al analizarlo, Anderson se dio cuenta que se trataba de un fósil de mamífero extinto. Consultó con el paleontólogo austríaco Otto Zdanksy, compañero suyo de trabajo en tierras chinas, y ambos fueron guiados por los lugareños hasta el lugar de los hallazgos y empezaron las excavaciones.