Antaño, la economía de la localidad estaba basada, prácticamente en su totalidad, en el sector primario (tanto pesca como agricultura). A partir de la segunda mitad del siglo XX hubo una revolución económica, principalmente dirigida por la aparición de una incipiente industria textil y un potente sector turístico que siguen como motores de la economía actual del municipio, aunque dejando cierto espacio a los sectores tradicionales.