Es una historia espeluznante, pero cierta. Tan cierta, como que la contaban con regocijo los propios participantes.
A Pedro, el reconocimiento de su "santidad" le llego mas tarde. Tiene alguna estatua en su ciudad (Amiens) y creo que un parque. Ademas alguna orden religiosa radical actual, le dedica algunas alabanzas como modelo inspirador.
La verdad es que al lado de este: Santiago "matamoros"... era un angelito.