GLACIAR PERITO MORENO - Patrimonio de la Humanidad — Unesco
"El glaciar Perito Moreno es, junto con las Cataratas del Iguazú, una de las principales bellezas naturales de Argentina. Sus características únicas y la hermosura del paisaje que lo rodea, atraen a miles de turistas de todo el mundo cada año."
Algunos Datos Sobre El Glaciar
El glaciar Perito Moreno, como todos los glaciares patagónicos, (salvo los del Cerro Tronador,cerca de Bariloche) tiene su origen en el Hielo Continental Patagónico,
Situación geográfica: 50º29' Sur y 73º03' Oeste.
Velocidad: 2,2 metros por día en el centro y 0.35 m/día en los bordes. La velocidad fue medida a 5 km. del frente y con un intervalo de un solo día en 1990 por ANIYA / SVARKA y coincide aprox. con la de Raffo, Colki y Madejski, que midieron en 1952 con un intervalo de más de más de un año. La velocidad de un glaciar es un factor altamente variable, en función, no sólo de la época, sino también del lugar del glaciar donde se efectúe.
Longitud: 30 km.
Superficie: 257 km'.
Espesor: Todavía no tenemos datos concretos sobre ello, pero estudios hechos en las morrenas laterales y en el bosque que flanquea el glaciar (se han encontrado árboles junto al hielo de más de 500 años) han hecho suponer a los especialistas que, también al contrario del resto de los glaciares de la zona, el Perito Moreno no ha variado sustancialmente su masa glaciar en los últimos 500/1000 años.
Anchura del frente: 4 km. aproximadamente
Línea de equilibrio: Alrededor de 1150 m.s.n.m.
Estado de su frente: Estacionario aprox. desde 1917. A pesar que desde entonces, el Glaciar ha estado oscilando en leves avances y retrocesos, se puede decir que en general, conserva el estado que tenía en aquella ocasión.
A propósito del frente querríamos aclarar un par de conceptos que a veces se mezclan y confunden en lo que respecta al avance de un glaciar: cuando se dice que un glaciar avanza o retrocede, nos estamos refiriendo solamente a la línea de su frente, ya que, como vimos anteriormente, en todos los glaciares, el hielo está en constante movimiento de avance, por deslizamiento o deformación.
El factor que hará avanzar o retroceder un frente glaciar será la relación, positiva o negativa, entre las cantidades de hielo que le llegan desde sus cuencas superiores y las que pierde por fusión o evaporación en sus cuencas inferiores.
Altura del frente sobre el nivel del lago: De 50 a 70 metros.
Máxima altura de su cuenca: Cerro Pietrobelli (2950 m.s.n.m. )
Profundidad del lago: Sólo en una ocasión se midió la profundidad del Brazo Rico junto al Glaciar (Hauthal 1900) encontrándose una máxima de 137 m. Altura del lago sobre el nivel del mar: 185 metros.
Temperatura del agua del lago: De 4 a 6 grados.
Color del agua: El característico color del Lago, conocido comúnmente como "leche glaciar", se debe a las partículas minerales suspendidas en el agua, provenientes de la abrasión del glaciar contra sus lechos rocosos y de las rocas entre sí, que por su microscópico tamaño no llegan a sedimentarse en el fondo.
Historia del Glaciar Perito Moreno
Curiosamente, a pesar de haber estado muy cerca en su exploración de 1876, El Perito Moreno nunca vio el Glaciar, ya que no lo cita en ningún momento de su informe. Su interés en la zona en aquellos tiempos era verificar si el Brazo Rico pertenecía al Lago Argentino, cosa que logró recorriendo el Canal de los Témpanos un poco más al oeste del actual pueblito de Punta Bandera, plantando una bandera argentina – de ahí el nombre – y por el otro lado, llegando hasta el extremo este del actual Brazo Rico, donde hoy se encuentra la entrada al Parque Nacional.
En 1879, Juan Tomás Rodgers, capitán inglés de la Armada Chilena, en expedición desde Punta Arenas sería el primer explorador en citar el glaciar y darle nombre: lo llamó Glaciar Francisco Vidal Gormaz en honor del Director de la Oficina Hidrográfica de la Marina de Chile, organismo patrocinador de la expedición.
Años más tarde Hauthal, adscrito a la Comisión Argentina de Límites, lo llamaría Bismarck en honor del Canciller prusiano, nombre con el que todavía figura en algunos mapas alemanes y chilenos.
El Teniente Iglesias, encargado de unos estudios para el Instituto Hidrográfico Argentino en 1899 lo nombra en honor del Perito Moreno, nombre que quedaría como definitivo.
A partir de entonces fue frecuentado por andinistas, exploradores y científicos. A través de ellos, hemos podido seguir su evolución desde entonces, primero en lo referente a su gran avance desde principios de siglo y después, una vez estabilizado su frente, al fenómeno de sus diferentes rupturas:
En 1900, el frente del Glaciar estaba a 750 m de la costa de la Península de Magallanes.
En 1908, a 350 m.
En 1914, a 100 m.
En 1917, tocó por primera vez la Península Magallanes abriéndose unas semanas más tarde sin mayores consecuencias. VISTA AEREA DEL CHOQUE GLACIAR CONTRA LA PENINSULA DE MAGALLANES
De los años siguientes no tenemos mayores datos hasta 1926 en que el geólogo E. Feruglio, recogiendo informaciones de los pobladores de la región, anota que "...el canal entre el glaciar y la orilla del Cerro Buenos Aires era bastante ancho como para permitir pasar un pequeño bote, sin peligro a los constantes bloques de hielo desprendidos del frente escarpado del glaciar".
En 1928 el Padre Agostini, que además de ser el gran pionero del andinismo patagónico nos dejó un invalorable archivo fotográfico de sus expediciones, tomó fotos del glaciar que nos permiten deducir que por aquel entonces la anchura del canal era de unos 150 m.
De nuevo nos faltan datos hasta el año 1935 en que sabemos que cerró por segunda vez, aunque sólo por un breve tiempo, como había ocurrido la primera vez en 1917.
En el verano del 1939-40 se dio por primera vez el fenómeno por el que luego el Perito Moreno atraería la atención primero de los glaciólogos y después, por su belleza espectacular, del mundo entero: la ruptura de su frente en febrero de 1940.
En marzo de 1942, su segunda ruptura, la diferencia de nivel de las aguas llegó a 19 m provocando de nuevo grandes inundaciones sobre las costas del Brazo Rico.
Después de esta ruptura, y durante diez años, la lengua del glaciar tocó varias veces la costa produciendo sucesivas rupturas (1947, 1949).
En los años 1949 y 1950 se registran en la zona precipitaciones muy superiores a las normales. El avance glaciar registra este aumento y en julio de 1951, ante el fuerte tapón, las costas del Rico comienzan de nuevo a inundarse. Con casi 13 m de diferencia la presión hace estallar la barrera de hielo y en marzo de 1952 se produce la ruptura.
En septiembre de ése mismo año, el glaciar cerraba de nuevo, y de nuevo en marzo de 1953 se producía una nueva ruptura al alcanzar las aguas una altura de 14,50 m.
Tres años después, a principios de 1956 se produce una nueva ruptura.
Los siguientes cierres, hasta el año 1966, parecen no haber provocado grandes inundaciones.
Desde e1 año 1970 al 1988, el glaciar sufrió varias rupturas con un ciclo de 2 a 4 años (1970, 1972, 1975, 1977, 1980, 1984,1988. El resto hasta el día de la fecha, se encuentran muy bien descriptas, documentadas, filmadas, fotografiadas por expertos y simples turistas de todo el mundo, pudiéndose hallar el material en infinidades de páginas.
La Ruptura del Glaciar
La ruptura del Glaciar Perito Moreno es, sin duda alguna, uno de los fenómenos naturales más impresionantes que se han podido contemplar en los últimos tiempos. Y cuando digo contemplar me refiero al hecho de que, generalmente, no es muy dable estar cerca y a salvo de los grandes accidentes naturales (volcanes, inundaciones, etc...)
Su fama ha trascendido fronteras y desde la ruptura de 1988, canales nacionales e internacionales de televisión esperan pacientemente, algunos durante meses, para poder filmar el evento, que en aquella ocasión sólo duró 24 horas. La facilidad del acceso hizo que cientos de personas pudieran contemplar desde un balcón natural privilegiado el desarrollo de este inofensivo cataclismo.
Es frecuente escuchar que la ruptura del Moreno es un fenómeno que se repite cíclicamente cada 3 ó 4 años. Como vimos anteriormente, ésta regularidad sólo se dio en los últimos años. Basta observar la lista de las rupturas que se detalla en páginas anteriores de este trabajo para comprobar lo inexacto de esa idea. La prueba más reciente la tenemos en el hecho que desde la última ruptura de 1988 hasta nuestros días (1997) no se ha producido ninguna otra. El glaciar cerró, pero no con la solidez suficiente para embalsar las aguas del Brazo Rico, que inmediatamente se abrieron paso perforando un túnel.
Otro de los errores comunes sobre el Glaciar y su ruptura es el de considerarlo un fenómeno único en el mundo. Un caso muy cercano de ruptura lo podemos encontrar en el Glaciar del Plomo, en la alta cuenca del Río Mendoza, que en 1934, bloqueando el curso del río Plomo, afluente del Mendoza, provocó un embalse de 40 m de altura cuya presión horadó un túnel en el glaciar provocando aluviones que destruyeron el Ferrocarril Transandino de Mendoza a Santiago. En el verano del 84/85, el embalsamiento volvió a repetirse, sin llegar esta vez a producirse la ruptura.
Otro fenómeno muy parecido al del Moreno ocurrió a fines del siglo XIX en el Valle del Simadal, en Noruega. Después de repetirse por varios años las inundaciones en la zona a causa de las sucesivas rupturas, hubo que construir un túnel de descarga por la roca para evitar los aumentos de nivel, cosa que parecía haberse logrado, hasta que en 1937 estalló la pared de hielo produciendo de nuevo la catástrofe aguas abajo.
Y hablando de catástrofes, también el Moreno en su primera inundación de 1939 anegó los terrenos de las costas del Brazo Rico, que por sus pasturas se contaban entre los mejores de la región, obligando a varios de sus pobladores a abandonar ranchos y estancias que significaban muchos años de trabajos y esfuerzos, a medida que la inundación se acercaba. Desde la ruta hacia el glaciar y apenas pasada la portería del Parque Nacional, todavía hoy se pueden ver los restos de las casas abandonadas del otro lado del Brazo Rico.
Ante la inexorable subida de las aguas y para provocar el rompimiento del tapón de hielo, la Armada Argentina envía dos aviones que bombardean la zona de contacto sin ningún resultado práctico: el hielo no se inmuta y el agua sigue subiendo. Se proponen entonces varias soluciones a cual más impracticables: una de ellas consiste en ensayar la aplicación de cuerpos negros (hollín, colorantes...) para acelerar la fusión del hielo al aumentar la absorción de los rayos solares, método ya experimentado en aquellos años por científicos rusos en glaciares del Tibet. Tras complicadas fórmulas se llega a la conclusión de que harían falta nada menos que... 4 anos! para derretir el tapón de hielo.
También alguien se tomó la molestia de calcular matemáticamente la cantidad de petróleo necesaria para fundir la lengua de contacto: nada menos que 2.700 toneladas.
Se estudió también la apertura de un túnel a través de la roca, aplicada por los noruegos en el Valle de Simadal: haría falta mover en éste caso 500.000 m3 en un lugar al que entonces no llegaba ni la ruta.
Todas las soluciones humanas inviables, fue al fin la misma Naturaleza que lo había cerrado, la que lo abrió un tiempo más tarde como lo vino haciendo en años sucesivos cada vez que el muro de hielo taponó el natural desague del Brazo Rico, en el Lago Argentino.
El glaciar, al tocar la Península de Magallanes, forma un dique natural de hielo, que obstruye completamente la comunicación entre el Brazo Rico y el Canal de los Témpanos. Las aguas del Lago Argentino siguen fluyendo naturalmente hacia el mar a través del Río Santa Cruz, mientras que el Brazo Rico, al quedar aislado del Lago y seguir recibiendo aportes de agua (lluvia, fusión de nieve y hielo...) comienza a subir de nivel.
El aumento del nivel de las aguas va creando una presión sobre el dique de hielo. Bajo esta presión, el agua consigue poco a poco filtrarse y horadar el hielo en su punto más débil, que corresponde a la zona de contacto con la tierra. Una vez abierto el primer resquicio, el paso del agua irá acelerando la fusión de la barrera helada, abriendo por ella un túnel, que con la correntada se irá haciendo cada vez más grande hasta derrumbarse totalmente, quedando entre el Glaciar y la costa el Canal que las aguas abrieron a su paso y que ahora de nuevo comunica el Brazo Rico con el Lago Argentino.
Cuando el frente glaciar avanza de nuevo sobre el Canal hasta tocar la costa, comienza el proceso de la siguiente ruptura.
El desnivel necesario en el Brazo Rico para producir una ruptura ha variado notablemente en las diferentes ocasiones: desde 13 metros en 1952, a 25 m en 1988, manteiéndose estas variables sin cambios importantes que registrar.
Causas de la Ruptura
El Glaciar Moreno es uno de los que excepcionalmente han avanzado en este siglo, en una zona donde la tendencia ha sido de general retroceso (En realidad, desde 1917, su línea de frente no ha sufrido grandes cambios por lo que actualmente, más que avanzando, se lo considera en equilibrio). La otra excepción de la región sería el Glaciar Pío XI, que fluye hacia el Pacífico también desde el Hielo Continental Sur y que en los últimos años viene arrasando el bosque adyacente como una monumental topadora.
Las causas de este avance han tenido diferentes explicaciones según los especialistas: En Glaciología, como en el resto del saber humano, por cada especialista con una teoría, hay otro tan especialista como él con otra diferente. Si bien ninguna ha podido ser demostrada, citaremos las de Raffo, Colqui y Madejski, los que en 1952 realizaron e1 estudio más completo sobre el Glaciar.
Según ellos, la causa principal de los fuertes avances del Glaciar habría sido la captura de una porción de la cuenca de alimentación de su vecino del sur, el Glaciar Frías. Debido quizá a movimientos sísmicos que habrían alterado la división subglacial de ambos glaciares inclinándola hacia el Moreno, lo que vendría corroborado por el hecho de que el Frías sufrió un fuerte retroceso en este siglo, comparado con los del resto de la zona. Otra causa secundaria, según los mismos autores, podría ser la nivosidad especialmente abundante en su cuenca de alimentación.
Fueron también éstos mismos autores los que calcularon la cota máxima de inundación del Brazo Rico: En caso de que la presión del agua no lograra romper el dique de hielo, el Brazo Rico desaguaría naturalmente por su extremo oriental hacia el Lago Argentino por la cuenca del río Centinela a partir de una altura de 30,8 metros sobre su nivel normal.
Si difícil es saber las causas que provocaron el comportamiento del Moreno, mucho más se nos presenta el intentar un pronóstico para el futuro.