TREKKING AL REFUGIO OTTO MEILING
Saliendo de Pampa Linda y siguiendo el camino al refugio Otto Meiling, cruzamos el Río Castaño Overa luego de tres kilómetros de camino vehicular. Continuamos por el camino vehicular o bien por el sendero que hace cortadas uniendo las curvas del camino.
En caso de seguir por el camino vehicular, unos 500 metros luego de cruzado el río, encontramos el desvío de caminos al Refugio Otto Meiling y valle del Castaño Overa a la izquierda, y al valle del Alerce y Paso de las Nubes hacia la derecha. En el caso de haber seguido el sendero que hace cortadas al camino vehicular, este desvío no será encontrado.
El paisaje en este tramo de la excursión discurre por un alto bosque de Coihues (Nothofagus Dombeii) con sotobosque de cañas colihues y berberis. Las plantas son de varios cientos de años de edad, alcanzando su tronco grandes diámetros y altura (hasta 25 mts de altura).
Luego de transcurridos 6 kilómetros desde Pampa Linda otro desvío es presentado: hacia la izquierda el camino hacia el fondo del valle del Castaño Overa, y hacia la derecha el camino al Refugio Otto Meiling. Enseguida de proseguido el camino por la derecha, se presenta un desvío del sendero hacia la derecha, siendo esto otro de los habituales "atajos" entre las curvas del camino. Como de aquí en más el camino vehicular toma la tendencia a serpentear por una misma línea de máxima pendiente, el caracol que forma el sendero sube también en la línea de la máxima pendiente.
Rápidamente se cobra altura, alcanzándose el filo luego de unos cuatro o cinco caracoles consecutivos. En el filo existe un pequeño bosque de lengas, lleno de "barba del viejo" (planta parásita que se adhiere a la copa de los árboles), teniendo este lugar el nombre de la "almohadilla".
Tomamos dirección hacia el oeste, rumbo al Tronador, y por el camino vehicular, que aquí hemos alcanzado nuevamente. Unos 30 minutos más tarde, al final de la vegetación, llegaremos al "descanso de los caballos". De aquí en más el terreno es rocoso.
El sendero sigue subiendo por el filo, transcurriendo más adelante por la ladera sur, es decir "por la izquierda" del filo. Una vista muy bonita es lograda desde un mirador, pudiendo ser admirado el glaciar Castaño Overo y la cascada desde los alto, con el Tronador de fondo y el valle a sus pies.
La subida a caballo es sumamente relajada, transitando por el bosque frondoso de Coihues centenarios. A medida que se asciende por la ladera del Cerro Tronador, se aprecia la transición del bosque de Coihues al de Lengas, árbol de la misma familia pero más resistente a las inclemencias del clima, la altura y la nieve. A un lado van quedando los impresionantes desprendimientos de hielo del Glaciar Castaño Overo y su cascada de 500 metros de altura.
La tranquilidad de espíritu que se experimenta transitando por la montaña, de a caballo, incrementa la profundidad contemplativa que se obtiene de la naturaleza circundante, al tiempo que el físico se reserva para el trecho final, de forma de llegar al refugio en estado decente.
Hay un estudio de erosión en la picada y de su estado de conservación.
El Refugio
El refugio pertenece al Club Andino Bariloche, está construido en hormigón armado y madera, consta de amplia cocina comedor, baños y dos dormitorios, en planta alta con capacidad para 60 personas. En el refugio es posible desayunar, almorzar y cenar, como así también alquilar equipos de esquí y contratar guía de montaña para realizar excursiones. En sus inmediaciones se encuentra el refugio Glaciológico.
El Otto Meiling, ubicado a 1.864 metros de altura, es sin duda el refugio con mejores servicios de la Patagonia. Incluso es un sitio en el que se puede comer de primera. La montaña es desde el antaño un lugar proclive para degustar una buena comida. La necesidad de reponer energías y también la tradición de degustar un plato nutritivo llevó que a lo largo de la historia, la montaña estuviera asociada a la buena mesa. Una buena cena permite acumular energías pero también buen humor, elementos indispensables para tener una buena jornada al día siguiente.
Diariamente, a la hora de la cena, el refugio ofrece un menú de tres platos: medallón de lomo con verduras y salsa de hongos, goulash con spezli y canelones de verdura, esta última, opción vegetariana. También se preparan variedad de sandwiches y, al mediodía, pastas con salsas.
A diferencia de un restaurante, donde generalmente hay personal especializado en cada tarea, en un refugio de montaña predomina la mano de obra “polivalente”. Cada uno debe saber cocinar los platos del menú, servir las mesas y también cargar la mochila con la comida al refugio, arreglar una cocina o lavar la vajilla.
La cena en el refugio comienza a las 19 horas. Previamente se toman los pedidos de cada uno de los platos. En alta temporada se llegan a servir hasta 60 cenas, lo cual implica que se deben disponer de dos turnos.
El refugio dispone de tres mesas principales, con capacidad de 10 personas cada una, y mesas más pequeñas, que generalmente usan los que traen su propia comida. Hay dos cocinas Ariston, de 6 y 4 hornallas, ambas con horno. También tiene un anafe industrial, con dos hornallas. Hay variedad de ollas, sartenes y wok, una batidora eléctrica y un mini pimer.
La cocina es amplia, con tres mesadas circulares, lo cual permite que trabajen en forma conjunta hasta ocho personas. En una sala contigua se ubican dos freezer industriales y una muy prolija despensa. Esto permite un rápido acceso a cualquier producto.
En los meses de Diciembre a Abril cuando está abierto el refugio, se trasladan aproximadamente 500 kg. de Lomo por mes de la siguiente forma, el traslado se planifica al detalle.
Por la mañana temprano se traslada en camioneta toda la carne, envasada al vació y en cajas térmicas, desde el frigorífico hasta Pampa Linda. Allí en caballos que en forma rápida suben hasta el final del bosque donde una docena de personas con mochilas trasladan la mercadería, en dos tandas, hasta el refugio. Esta tarea llevan unas seis horas. En el refugio una parte de la carne es cortada en porciones y colocada en los freezer y el resto se entierra en el glaciar.
En forma similar se sube la espinaca para los canelones, que viaja congelada, en cajas térmicas, que llegan desde la ciudad al refugio en menos de cinco horas. En este caso se suben en camioneta y luego en mochilas, por tandas de diez paquetes de dos kilos cada uno. Así la mercadería no pierde la cadena de frío.
Cada semana se suben alimentos frescos y la mercadería no perecedera generalmente se sube en los helicópteros, que también abastecen el lugar de gas, leña y materiales para la construcción.
La cocina es atendida durante todo el día. En alta temporada se preparan alrededor de 12 kilos de pan diarios. Esto se hace generalmente en horas de la tarde.
Otro elemento para destacar es su vinotera, la más alta de la Patagonia
A lo largo de los años Nicolás Bettinelli logró armar en el refugio la cava más alta de la Patagonia. Dispone de una amplia variedad de vinos y hay etiquetas que serían la envidia de muchos restaurantes de Bariloche. Todas las botellas descansan en forma horizontal y en un lugar muy bien climatizado.
Durante el verano 2010 había 6 variedades de vinos blend, 10 malbec, 4 cabernet sauvignón y 2 tempranillos, syrah, merlot y cabernet franc. También dos variedades de blancos, varios tipos de vinos espumantes y algunas bebidas blancas. El aperitivo clásico del refugio Meiling es el pisco sour, que todos los refugieros preparan de maravilla. Se puede encontrar alguna botella de Angélica Zapata 2001, otra de A Crux 2002, un Andeluna Reserva, Fond de Cave, Don David y Escorihuela Gascón, entre otras marcas.
Pampa Linda y atrás El Tronador
Cartel indicador en Pampa Linda
Ascendiendo por la picada, al fondo se aprecia el Glacial Castaño Overo
Llegando al Refugio
El Refugio Otto Meiling, castigado por las nevadas y los vientos.
Ingreso a sus dormitorios
Vista desde la ventana de la cocina
El comedor del refugio
La cocina
La barra
La bodega
Una cena acogedora a 1.800 mts de altura