Bien percatado de la situación creada y la demanda de la revolución en desarrollo, el Presidente Kim Il Sung marchó a la zona de Onsong al mando de un destacamento de la guerrilla y convocó allí la reunión de los responsables de organizaciones revolucionarias clandestinas y trabajadores políticos. Y pronunció durante el encuentro el discurso histórico "Por la ampliación y el desarrollo de la lucha armada al interior del país". Jang Hye Ryon, conferencista del Museo de la Revolución Coreana, dice al respecto:
"En la cita de aquel día, el presidente Kim Il Sung puso en un concreto análisis los éxitos logrados después de la fundación de la guerrilla popular antijaponesa y la situación de la revolución de aquel entonces y presentó la orientación estratégico-táctica de ampliar y desarrollar la lucha armada al interior del país. Su arenga infundió a los participantes la fe en la victoria de la revolución antijaponesa y el entusiasmo revolucionario.
Ellos fueron unánimes en apoyar de modo activo lo planteado por él e hicieron firme la decisión de defenderlo resueltamente y llevarlo a cabo sin falta. De veras, la conferencia del monte Wangjae era un suceso significativo en el desarrollo de la revolución coreana."
Con motivo de ella, la revolución coreana en su conjunto centrada en la lucha armada antijaponesa fue ampliando con rapidez hacia la profundidad del interior del país. Ello sirvió de un motivo histórico para abrir una nueva era próspera de la revolución coreana.
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