Proyecto Edén
En las cercanías del pueblo de St Austell, se ha fabricado un gigantesco Jardín del Edén, con plantas de todas partes del mundo. El proyecto destacará la interdependencia de las plantas y los seres humanos. El objetivo de los creadores del Proyecto Edén es destacar la interdependencia de los seres humanos y las plantas. Al demostrar cómo el desarrollo sostenible depende de las plantas, el Proyecto Edén contribuirá a la comprensión e implementación de Agenda 21, la Declaración de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo.
Arquitectura de punta
Desde el cielo, el Jardín parece un panal de abejas o los ojos de un insecto descomunal. Cada una de las estructuras básicas del panal está dedicada a las plantas de un clima determinado. En la zona del clima tropical húmedo, por ejemplo, hay palmeras, caobas, una plantación de caucho, un manglar y muchas otras especies de la región del Amazonas, Malasia, Oceanía y África Occidental.
Temperatura tropical en el sur de Inglaterra.
Las estructuras, diseñadas gracias a un complejo modelo tridimensional de computación, son muy ligeras: la del clima tropical húmedo pesa menos que el aire que encierra. Están fabricadas de acero tubular, en forma de hexágonos y pentágonos de aproximadamente nueve metros de longitud. Fomentar la comprensión y la gestión responsable de la relación vital entre las plantas, personas y recursos, con vistas a lograr un futuro sostenible para todos
Misión del Proyecto Edén.
Los marcos sostienen una triple capa transparente de tetrafluroetileno de etilo, cien veces más ligera que el cristal y que se podrá reciclar al final de su vida útil, calculada en treinta años. Este material es antiestático y, por ello, se mantiene limpio. Además, contribuye al control climático.
Animales
En el Jardín del Edén también vivirán insectos. En cada una de las áreas climáticas, también vivirán aves, insectos y reptiles que ayudarán a minimizar la presencia de insectos nocivos. El costo total del proyecto es de US$110 millones y espera atraer a unos 750.000 visitantes anualmente. El jardín incluirá un pequeño programa para la reproducción de coníferas en peligro de extinción y se piensa sembrar una plantación de té, para su venta al público.