En el verano de 1054, durante la dinastía Song, los astrónomos chinos observaron un súbito incremento de la luz de una estrella de la constelación de Taurus, que se volvió tan brillante como la luna llena.
En sus notas hablan de una estrella visitante, blanca y rojiza.
Durante más de tres semanas la pudieron ver incluso de día. Y la observaron durante dos años mientras se iba debilitando.
Era una supernova y el material estelar eyectado en la explosión brilla hoy en forma de finos filamentos en la nebulosa del Cangrejo.
Está a 6.500 años luz y tiene una extensión de unos 10 años luz. Se puede observar con prismáticos.
No me había dado cuenta que ya estaba. Lo edito y listo. Ah, nunca nos acostamos sin saber algo nuevo.