Aunque es posible alcanzar la cumbre por distintos senderos, recomendamos seguir la ruta tradicional, que parte desde detrás del Ayuntamiento hacia el barrio de Pandozales. El trayecto se prolonga durante 6,5 kilómetros entre hermosos paisajes poblados de coníferas: atrás quedan caseríos, viñas de txakoli y la ermita de San Isidro de Labrador. La ascensión está marcada en blanco y negro y debidamente señalizada, por lo que no tiene pérdida.