Para Cid Rumbao, cronista de Allariz en el siglo XX, la "villa Alarici" fue capital histórica del Reino de Galicia, además de poseer hasta 1848 el más auténtico burgo medieval de toda Galicia. Después de décadas de abandono, el casco histórico fue declarado conjunto histórico-artístico en 1971, lo que supuso el primer impulso para una recuperación integral que en 1994 mereció el Premio Europeo de Urbanismo.