El pueblo conserva su arquitectura tradicional, cuyo parecido con las construcciones bereberes de las montañas del Magreb es sorprendente, paisaje de calles empinadas y viviendas escalonadas con "terraos" planos de pizarra y adaptadas a los escarpados perfiles del terreno. Su orientación hacia el mar Mediterráneo consigue que, incluso en invierno, sus temperaturas sean suaves. La arquitectura morisca, la tranquilidad y pureza de su ambiente y un agradable clima mediterráneo han hecho de Bubión un refugio de quienes buscan una manera alternativa de vivir.