Los árabes fueron los primeros en instalarse de forma permanente en estas tierras y su huella ha pervivido a lo largo de los siglos. En el barrio de las Alfarerías, de visita obligada para el viajero, situado en la parte baja del pueblo , se encuentran los talleres artesanales de cerámica. Aquí podremos visitar a los alfareros y ver inluso cómo trabajan el barro y seguir el proceso de las piezas hasta los hornos, de los que quedan dos de tipo árabe.