Rincones de la localidad son el Palacio de los Hurtado de Mendoza, de los siglos XV y XVII, que luce una bella galería asomada al río Duero. La Iglesia de San Miguel, la Iglesia de Nuestra Señora de Campanario, la Iglesia de Santa María de Calatañazor, la Iglesia de San Pedro, la Ermita de Jesús o el Convento Nuestra Señora de La Merced, son interesantes ejemplos que conviene visitar antes de seguir el curso del Duero.