Guisando, Ávila, Castilla y León
Un buen pueblo de montaña. Por sus calles el agua de la sierra baja en avalancha, con una fuerza que impresiona, y se cuela entre las casas regalando al viajero despistado o no rincones de pequeña Venecia. Su caserío, donde abundan las fachadas blancas y no faltan los balcones de madera, fue referido por Cela de esta forma: “Guisando es caserío blanco como la paloma y sosegado, igual que el agua de la fuente clara”.