Situada en el mar Adriático, la isla croata de Jabuka, que en su idioma significa manzana, es una isla volcánica deshabitada que pertenece al archipiélago de Vis.
El archipiélago está formado por la isla de Vis y sus islotes asociados (Biševo, Svetac, Brusnik, Jabuka y Palagruža) que constituye el segundo geoparque de la UNESCO de Croacia.
Jabuka, junto con Brusnik, son las únicas dos islas que son totalmente de origen volcánico. Junto con Palagruza, que lo es sólo en parte. Las tres islas forman una zona llamada "Triángulo Volcánico Adriático".
La isla de Jabuka, de 97 m de altura, está aislada en aguas profundas, expuesta a todos los vientos que provocan grandes olas sobre ella. Su costa no es apta para atracar y no hay bahías que puedan mantener los barcos a salvo del viento.
La isla tiene propiedades magnéticas, debido a la presencia de magnetita, un óxido de hierro natural en las rocas que causan que las agujas magnéticas de las brújulas de los barcos se desvíen.
Sin embargo, las aguas circundantes de 200 metros de profundidad y el mar que la rodea constituyen un excelente caladero de pesca, de tal manera que su regulación es un factor decisivo en la regeneración y control pesquero.
En 1958 la isla fue declarada monumento geológico de la naturaleza.