Este podría ser el lema de los hospitalarios residentes de Crupet. Caminando por el pueblo, se encontrarán con decenas de signos que derriten el corazón, como una caja de hierbas o una maceta de flores, invitando a los transeúntes a coger un tallo de albahaca o un ramo de flores. O, puede que vea una pequeña biblioteca en la calle, donde los ratones de biblioteca pueden pedir prestado un libro. La posibilidad de un encuentro aleatorio con un local es alta, y podría convertirse en un conocido y una agradable conversación en el pub local. Todo esto es sólo una pequeña parte del encanto de Crupet.