La isla Culebra de Puerto Rico alberga impresionantes playas tropicales y un exuberante santuario de vida silvestre.
Pero justo antes de la Segunda Guerra Mundial, la Marina de los Estados Unidos utilizó esta pintoresca y paradisíaca isla como campo de entrenamiento para sus soldados y para pruebas.
La Playa Flamenco en la isla de Culebra, en particular, fue utilizada por los ejercicios de entrenamiento estadounidenses que se iniciaron en el año 1939 como un paso previo a las acciones militares en la Segunda Guerra Mundial. Las pruebas y el entrenamiento continuaron durante la guerra y después de la misma.
Aunque en la isla no se llegó a crear una gran base en comparación con otras que se repartieron por otras áreas, a Culebra se trasladaron una gran cantidad de equipos y armamentos.
Desafortunadamente para los estadounidenses, las pruebas y ejercicios de la Marina en la isla no sentaron bien a la pequeña población de residentes, por lo que a principios de la década de 1970 comenzaron las protestas para intentar que los militares abandonaran el lugar. Tras cuatro años de protestas continuadas, la Marina suspendió todas sus actividades en Culebra y evacuaron la isla.
Sin embargo, cuando la Armada se fue, dejaron atrás varios de sus tanques y otras piezas de equipamientos. Si bien gran parte de aquellos restos se limpiaron, algunos enormes tanques no se pudieron mover y simplemente se abandonaron en la playa.
Hasta el día de hoy siguen 2 tanques abandonados en esas increíbles y bellas playas, y también siguen encontrando bombas enterradas que no explotaron durante esos entrenamientos.