Lo que sabemos es que la eléctrica (Iberdrola) y el dueño llegaron a un acuerdo de uso por 25 años. Estoy seguro de que la eléctrica le pondría sobre la mesa al propietario el que si no había acuerdo pedirían la expropiación forzosa, como argumento coercitivo para que se aviniese a firmar.
Comienza la obra y, a la vez, inician un proceso de expropiación por parte del gobierno (¿a petición de la eléctrica?), para cederle el uso del terreno... que ya tenían asegurado mediante el contrato de arrendamiento.
La situación del proceso de expropiación queda en fuera de juego por el contrato, ya que ya no se justifica la expropiación forzosa. Pero la eléctrica y el gobierno no paran el proceso, sino que deciden cerrar los ojos y buscan una posición más ventajosa para la eléctrica. La expropiación supone romper la validez del contrato.
La situación es muy curiosa porque si la eléctrica no ha pagado el alquiler durante este tiempo (dudo que lo haya hecho, porque la nueva situación era ventajosa para ella), ha roto el contrato y, por tanto, ya no tiene acuerdo.
La instalación está hecha, pero como parte de un acto injusto (una expropiación "forzosa" que era obviamente innecesaria) y el juez dictamina que debe devolver el terreno tal cual estaba a su propietario.
Ahora todas las partes irán al Supremo, pero el propietario desde mi punto de vista, tiene ganado el pulso porque el proceso era abusivo e innecesario.
Para mi ha sido una enorme torpeza por parte de las administraciones y de la eléctrica, que tendrá consecuencias económicas para ambos.
Si la eléctrica el inteligente llegará a un acuerdo con el propietario antes de que el Supremo sentencie lo que parece obvio. Si el propietario es inteligente lo van a hacer muy rico.