El 24 de junio de 1889, onomástica del prelado, se coloca la primera piedra. Tenían previsto terminar las obras del Palacio en junio de 1894, pero el obispo fallece en 1893 y este hecho cambiará radicalmente el curso de las obras, paralizándose por el antagonismo entre Gaudí y la Junta Diocesana. Finalmente Antonio Gaudí renunciará al cargo de arquitecto director, muy enfadado por el trato recibido y manifestando:” Serán incapaces de acabarlo y de dejarlo interrumpido“.