De la iglesia, declarada B.I.C, hemos de destacar la espléndida talla de Virgen de la Dolorosa obra de Francisco Salzillo, una de las piezas más veneradas durante su Semana Santa. El templo es una reconstrucción del original ya que en el siglo XX la torre se vino abajo sobre el cuerpo de la iglesia y causó muchos daños, por lo que hubo que reconstruirlo utilizando en parte los materiales originales. Es uno de los últimos templos góticos de una sola nave que podemos encontrar en Albacete.