El primer año sin feria fue 2020 a causa de la pandemia “y al fin estuvimos en santa paz. Podíamos meter el carro a nuestras casas a una hora decente, se podía caminar sin tanta gente, no había ruido… Era un fin de semana largo donde no queríamos irnos”, cuenta María Marta Linares, vecina de la avenida Simeón Cañas.
En 2021 el festejo fue virtual, pero ahora Linares y quienes viven en los alrededores vuelven a enfrentarse a la amenaza del tránsito, porque la fiesta patronal volverá a ser presencial. “Otra vez vamos a lidiar con el ajetreo. Estamos acostumbrados porque cada domingo hay pasos y pedales, pero en esas fechas es diez veces peor”, agrega la vecina