Cada año, de octubre a marzo, en la idílica y apacible costa de Taiji, sur de Japón, se produce un baño de sangre, cruel y bárbaro, de unos 20.000 delfines y otros cetáceos. Esta temporada incluso empezaron un mes antes.
Pescadores de los pueblos de Taiji, Iki, Ito, Izu y Futo atraen a los indefensos delfines hacia las calas y bahías poco profundas de esta zona y son masacrados salvajemente con lanzas, cuchillos, garfios... Hasta desangrarse. Sólo imaginar los gritos de dolor de cientos de delfines encerrados con redes durante varios días pone los pelos de punta.
Algunos terminan en parques acuáticos pero la mayoría acaba en los platos de restaurantes, mercados y hasta comedores de escuelas.
Pero ocurre que la carne de delfín contiene grandes cantidades de mercurio un tóxico que puede producir daño cerebral, cáncer, malformaciones genéticas... Y muerte. Así que están envenenando a su propia gente.
Info, fotos y videos en:
www.seashepherd.org/taiji/
www.youtube.com/watch?v=k8_L0QNZ-Hw