Autoridades chilenas confirmaron el hallazgo en el sur de ese país de los restos de un bombardero de la
Fuerza Aérea Argentina, que se estrelló en 1950 mientras volaba -con once tripulantes a bordo- entre
Río Gallegos y Ushuaia.
Los restos del aparato, un
Avro Lincoln MK II, quedaron a la vista por el desplazamiento de los hielos del
fiordo Parry, a orillas del
estrecho de Magallanes. Fueron hallados por un grupo de turistas australianos, que realizaba una excursión en velero. El movimiento del ventisquero dejó a la vista, entre otros elementos, una rueda y una hélice, lo que permitió su identificación.
El accidente ocurrió el
22 de mayo de 1950. La nave, que llevaba la matrícula
B-019, había despegado de
Río Gallegos junto a otros dos bombarderos para una misión de entrenamiento. En pleno vuelo, sin embargo, fue sorprendida por un súbito cambio de las condiciones climáticas, lo que obligó a su piloto a intentar el retorno al punto de partida.
La maniobra, sin embargo, quedó inconclusa debido a la formación de escarcha en las alas. El avión, finalmente, se estrelló contra un glaciar en el sector chileno de la isla de
Tierra del Fuego, lo que causó la muerte de sus once tripulantes.