El último 29 de abril, China lanzó el primer módulo para su estación espacial Tiangong que se puso en órbita con éxito.
No obstante, el cohete que lo llevó allí no corrió con la misma suerte: una gran parte de la nave
Long March 5B está ahora en órbita fallida y podría -según estimaciones de expertos- hacer un reingreso descontrolado de regreso a la Tierra para aterrizar en un lugar desconocido.
El riesgo de causar daño en la Tierra, según China y varios expertos, es mínimo, aunque no nulo. El cohete perdiendo gradualmente altitud y el punto de impacto de su caída sigue siendo difícil de prever por el momento.
Según las últimas estimaciones del Departamento de Defensa de Estados Unidos, la entrada en la atmósfera debería ocurrir hacia las 23 GMT (20 en la Argentina) del sábado. Pero esta previsión tiene un importante margen de error de nueve horas. Esa brecha debe afinarse a medida que el cohete se acerca.
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