Jiuquan, China
el 'Cabo Cañaveral' chino
La base de lanzamiento de Jiuquan, en el árido noroeste de China, es desde 1992 el centro de operaciones del programa espacial chino y de ella partirá el 'Shenzhou VI', en la segunda misión tripulada de la historia del país.
Jiuquan, en el interior del desierto de Gobi (provincia de Gansu), comenzó a ser zona de pruebas espaciales de China ya en los años 50.
El centro se empezó a construir el 1 de junio de 1958 y el primer lanzamiento de un artefacto a la atmósfera, un misil de fabricación rusa, tuvo lugar el 1 de septiembre de 1960, según fuentes no oficiales del Ministerio de Defensa chino.
Varios científicos chinos trabajan en la base espacial. (Foto: EFE)
En sus inicios, Jiuquan sirvió para desarrollar y probar los primeros misiles chinos, denominados 'Dongfang' ('El Este').
También se han probado y lanzado allí los satélites de estudio geográfico y meteorológico que posee China, y es por ello uno de los principales centros de previsión climática en el país asiático.
La primera nave espacial que salió de Jiuquan fue la 'Shenzhou' ('Nave Divina'), que partió el 20 de noviembre de 1999, propulsada por un cohete 'Larga Marcha II-F', que también se utilizará en el próximo lanzamiento.
En 2001 se lanzó en el mismo lugar la 'Shenzhou II', mientras que los módulos III y IV se probaron en 2002, también en Jiuquan.
La 'Shenzhou V' salió al cosmos el 15 de octubre de 2003, llevando en ella al primer astronauta chino de la historia, Yang Liwei, teniente coronel del Ejército de Liberación Popular (ELP).
Una pequeña 'ciudad de las estrellas'
A la sombra del secreto programa espacial, Jiuquan, que podría traducirse literalmente como "Manantial de Vino", ha ido convirtiéndose en una pequeña ciudad y uno de los pocos asentamientos humanos del desierto de Gobi, una de las zonas más despobladas del mundo.
La población, cercana a las ruinas de un viejo tramo de la Gran Muralla, tiene unos 20.000 habitantes y está formada en gran parte por científicos, militares, aspirantes a astronautas y otros miembros del programa espacial chino, aunque también hay restaurantes, tiendas, un aeropuerto y otros servicios.
Aunque viajar al lugar es casi imposible para los periodistas extranjeros, dado el carácter militar del programa espacial, el Gobierno chino invitó a reporteros de medios internacionales a conocer la base el pasado año 2004.
Al noreste de la localidad se encuentra un cementerio en el que están enterrados 500 científicos, militares y otros personajes que han contribuido al desarrollo astronáutico de China, entre ellos Nie Rongzhen, considerado el padre del programa espacial chino.
Los medios oficiales del país asiático señalan que el centro de lanzamiento de Jiuquan también ha contribuido a mejorar el medio ambiente de la zona, pues en la localidad y sus cercanías se han creado más de 60 oasis artificiales y se han plantado árboles y vegetación en cuatro parques locales.