En los
astilleros Meyer de Papenburgo, a orillas del
río Ems, se construyen los barcos de crucero más grandes, caros y lujosos del mundo.
Esta empresa familiar, situada a 50 km del mar del Norte, es el mayor astillero civil de Alemania, con el mayor dique cubierto de Europa, una plantilla de 2450 empleados y una cifra de negocio anual de mil millones de euros.
El recorrido de los barcos de Meyer, una vez terminados, es navegar desde el astillero hasta la desembocadura del río Ems, lo que provoca duras críticas de los ecologistas, puesto que como los navíos que tienen que pasar son cada vez más grandes, el lecho del río ha de ser excavado, lo que ha afectado al ecosistema fluvial. Cuanto más aumenta la profundidad, menos tarda en llenarse de fango. Para la próxima generación de barcos toca convertir los meandros en rectas, modificar un puente y alargar varias torres eléctricas para que pasen bajo el tendido.
Como suelo decir, toda industria produce daños colaterales. Lo importante es encontrar un equilibrio sostenible.