Iglesia de la Vera Cruz-Segovia
Su atípica forma (Es de planta circular característico de los templarios) ha llamado siempre la atención, sobre todo a los interesados en temas esotéricos. Este tipo de templo románico es conocido por el término de Martiryum
Nada similar existe en España. Las características esotéricas de su forma, doce lados, con tres ábsides cilíndricos adosados, una sacristía también cilíndrica y una torre de planta cuadrada, con el edículo central que el templo encierra en su interior, hacen que se produzca en la persona que allí llega una creciente impresión de misterio, pues los que levantaron la Vera Cruz, seguían la ancestral aspiración que deseaba reproducir en la tierra la propia imagen de la arquitectura secreta celestial, diseñada para actuar como centro que de algún modo consigue redistribuir las energías cósmicas.
El edículo interior de la Vera Cruz parece un simbolismo del legendario Árbol de la Vida, ya que de esa estructura nacen los nervios que sostienen la bóveda, extendiéndose, cual ramas de una inmensa palmera, por toda la nave central y está impregnada de un fuerte componente simbólico. La bóveda de la planta superior del edículo es un recinto diminuto que sería una cámara mistérica y en ella se seguiría un proceso de purificación.
Su origen está ligado a los
caballeros templarios de los que se sabe que dentro de la Orden celebraban ceremonias de significado oculto, cargadas de fuertes simbolismos a través de los cuales buscaban integrarse plenamente con el Supremo. La Orden del Santo Sepulcro, reconsagró la iglesia en el año 1208. En 1531, la iglesia pasó a la
Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta. En 1919 fue declarada
Monumento Nacional.