Hace unos días leí un articulo de que habían aparecido flores en la tumba olvidada de un genio del ajedrez: Jose Raúl Capablanca, el último campeón del mundo que hablaba español como lengua materna.
Para profundizar en quien era José Raúl Capablanca:
es.wikipedia.org/ ...Capablanca
Capablanca nació en el Castillo del Príncipe, instalación militar de La Habana, el 19 de noviembre de 1888. José Raúl fue el segundo hijo de un oficial del ejército, destinado en la entonces provincia española.
Dice la leyenda que Capablanca aprendió a jugar el ajedrez a los cuatro años de edad, observando a su padre jugar con amigos. En el transcurso de una de las partidas, que su padre jugaba con el general Francisco de Paula Loño, observó que el general movía el caballo de una manera no permitida; ante la sorpresa de todos, lo acusó de hacer trampas y pasó a demostrarle lo que había hecho.
A los cinco años, su padre comenzó a llevarlo al Club de Ajedrez de La Habana. A los mejores jugadores del club les fue imposible derrotarlo. En 1901, a los trece años, alcanzó el título de campeón de Cuba (nación ya independiente).
En 6 de abril de 1906 (en Nueva York) participó en un torneo relámpago en el que, venció al gran Emanuel Lasker, entonces campeón del mundo, ante el asombro de todos, adjudicándose el torneo.
En 1909, a los 20 años, Capablanca ganó un encuentro al campeón estadounidense Frank Marshall por 7 partidas de ventaja. Fue la insistencia de Marshall lo que permitió que se le dejara participar al joven Capablanca en el torneo de San Sebastián (España) en 1911. Esta era una de las competiciones más importantes de la época; todos los grandes jugadores del planeta estarían presentes excepto el entonces campeón mundial Emmanuel Lasker. Fue muy complicado, pero al final y pese al desprecio de algunos de los grandes jugadores, fue el brillante ganador del torneo y después de esto, desafió al gran Lasker, por el campeonato mundial.
En 1920, Lasker se dio cuenta de que Capablanca era demasiado fuerte y decidió renunciar al título en favor de este, sin competir. El cubano prefería ganarlo en una partida, pero Lasker insistió en que era él ahora el retador. En 1921 jugaron el campeonato en La Habana donde Capablanca venció al alemán sin perder una sola partida.
Del 1921 al 27 fue campeón del mundo sin esfuerzo. Era un jugador que no necesitaba ni entrenar. El ajedrez salía de su cerebro.
En septiembre de 1927 se celebró un campeonato mundial en Buenos Aires entre Capablanca y el ruso-francés Alekhine, que se suponía debía ganar Capablanca, por lo que ni se molestó en prepararlo. La victoria del genio soviético sorprendió a todos, pero no menos que el comportamiento de este último los siguiente años: Alekhine rechazó jugar en los mismos torneos que su rival y jamás le dio la oportunidad de la revancha.
El 7 de marzo de 1942, Capablanca sufrió un accidente cerebrovascular. Trasladado inmediatamente al Hospital Monte Sinaí, falleció a las 5:30 de la mañana del día 8. En el mismo hospital, había fallecido Emanuel Lasker.
Los grandes maestros más importantes de la época, incluyendo a Alekhine, expresaron sus pésames y le calificaron como el jugador de ajedrez más grande de todos los tiempos.
José Capablanca recibió sepultura con todos los honores en la Necrópolis de Cristóbal Colón de La Habana. El General Fulgencio Batista, dictador de Cuba, se hizo personalmente cargo de los trámites funerarios.
Fue un hombre caballeroso, de humor afable y amante de disfrutar de los placeres de la vida. Eso le jugó más de una mala pasada, pero su personalidad y brillantez marcó su época y la historia del ajedrez con una huella indeleble.
Es emocionante saber que alguien depositó flores sobre la lápida de aquel mito que duerme el sueño eterno, bajo un rey esculpido en mármol blanco: el gran Jose Raúl Capablanca. Para aquel que quiera acercarse: su inconfundible tumba está localizada en la calle 8, entre la A y B, del cementerio habanero.