Ocurre muy pocas veces en la historia que un barco sea capaz de eludir una guerra en pleno conflicto bélico disfrazándose de isla para pasar desapercibido. Esto fue lo que ocurrió en plena Segunda Guerra Mundial a un buque de guerra holandés convertido en una misteriosa isla durante ocho días.
Se trataba del
HNLMS Abraham Crijnssen, un dragaminas de los Países Bajos de la Royal Netherlands Navy (RNN). Un barco construido durante la década de 1930 que se encontraba con base en las Indias Orientales Neerlandesas cuando Japón atacó a finales de 1941.
Retirado de la marina de guerra en 1960. Hoy y desde 1995 el HNLMS Abraham Crijnssen es parte del Museo de la Marina holandesa en Den Helder.