Se centra en el aumento de la eficiencia energética y la utilización de energías renovables, la gestión inteligente de la energía, la diversificación energética en el transporte público y la promoción de la movilidad sostenible, la adaptación al cambio climático, la prevención y la gestión de los riesgos climáticos.
Conocida por sus coloridas calles, la pequeña ciudad portuguesa de Águeda emprende una serie de acciones desde la educación ambiental hasta la innovación tecnológica y la eficiencia energética con el objetivo de convertirse en la primera "ciudad inteligente" del país.