La chacinería Viandes et Terroirs en la calle Aristide Briand es la recomendación indicada para abastecerse de embutidos de fina elaboración así como un buen almuerzo debe ser en el Bar le Relax en Rue Lyon. Encontrarás siempre sus mesas ocupadas pues es el preferido de los lugareños y esto, de por sí, es la mejor publicidad que pueda hacérsele.
Si caminas desde la Plaza Géneral-de-Gaulle adentrándote en la parte vieja de la ciudad, no dejes de parar para apreciar la magnífica Torre del Reloj. Pasando de largo de ella, entras a las murallas que desembocan el el Paseo de la Petite Porte. El Valle de Cousin no debe pasarse por alto. Las bancas del rio reverdecen alegrando la vista y los pescadores atienden hoteles a su vera donde pasar unos días a puro encanto francés.
Avallon, en Borgoña, es otra joya que fascinará los sentidos de cualquier viajero.
Ubicada sobre el valle del río Cousin, es fácil de acceder a este pueblo de ensueños desde la autopista A6 o, si lo prefieres, puedes llegar mediante el ferrocarril. Una vez allí, te espera todo un recorrido por sus muchas fortificaciones que datan de un período que culminó en el siglo XVII, tiempos en los que Avallon funcionaba como una plaza fuerte de gran importancia en la región.
El edificio central es lo que fuera la sede la la Iglesia San Lázaro, del siglo XII. En ese mismo sitio se encontraron vestigios de un templo más antiguo aún y que fueron descubiertos durante una excavación hecha en 1861.
Encontrarás a Avallon en todo su esplendor los sábados cuando el mercado llega al pueblo y se instala en la Plaza Géneral-de-Gaulle. Las especialidades son la miel de Morvan, quesos locales como el Abbaye de la Pierre qui Vire y el vino de Auxois y no debes dejar de probarlas.