Las familias de pescadores más indigentes los recuperaron para construir con ellos un refugio improvisado.
Los cascos se plantaron en la ladera, en las alturas que dominan el mar. Pintados de alquitrán, parecía desde la distancia como los mejillones que tapizan las rocas de la playa.
Hasta la Segunda Guerra Mundial, las denominadas “quilles en l'air”, o “quillas al aire”, constituyeron un verdadero barrio con una buena veintena de unidades.
Los sucesivos bombardeos fueron la razón de que, de este patrimonio marítimo, el "corazón sagrado de Jesús", taller del pintor de Marsella Christol, fuera durante mucho tiempo el único rastro que quedó.
En los últimos años, la ciudad ha vuelto a esta tradición mediante la construcción de varias "quilles en l'air" en el campamento municipal, con todas las comodidades. Ofertadas para alquilar por la noche, el fin de semana, o la semana, que ofrecen una feliz estancia con una vista incomparable de la... Leer más ...
En el siglo XI, la ciudad estaba poblada sobre todo por habitantes de tribus ugrofinesas que resistieron fuertemente a la cristianización. En 1071, los sacerdotes paganos locales se rebelaron, pero fueron derrotados por el jefe militar de Kiev Yan Vyshátich. Las informan de que los cuerpos de los sacerdotes muertos fueron colgados de un roble hasta que fueron desgarrados por un oso, considerado por los paganos como un animal sagrado.
El estilo de este espectacular monumento es romano bizantino, lo más reconocido de ella es que tiene una planta en forma de cruz que está decorada con 4 pequeñas cúpulas y una quinta de mayor tamaño justo en el centro, lo que le da a la basílica una altura de más de ochenta metros.
Además, La Basílica del Sagrado Corazón tiene una torre en la que se encuentra una gran campana de 3 metros de diámetro y que pesa más de 25 toneladas. Desde allí se pueden obtener unas de las vistas más bonitas de París a 130 metros de altura aproximadamente.
La Basílica del Sagrado Corazón o Sacré Cœur es una de las iglesias más conocidas y concurridas de París. Su espectacular figura se alza en lo más alto del barrio de Montmartre y llama la atención especialmente gracias a su particular fachada de color blanco, además de tener un hermoso diseño arquitectónico.
La Basílica del Sagrado Corazón se empezó a erigir en 1875, por decisión de la Asamblea Nacional como un homenaje a los soldados franceses que cayeron en la Guerra Franco-Prusiana. El arquitecto que se encargó de la construcción fue Paul Abadie, quien terminó la obra casi cuarenta años después. A pesar de que en 1914 ya estaba lista, no fue hasta 1919 cuando se pudo consagrar como iglesia.
En los alrededores de esta pequeña plaza también podremos disfrutar de un delicioso café, ya que existen muchos establecimientos ubicados en el sector; también resalta la presencia de algunas tiendas en las diferentes vías aledañas, en las cuales podrás adquirir artículos artísticos así como también souvenirs como un recuerdo para tu regreso a casa. Ya estando en este sector no debes perder la oportunidad de subir aquellas largas escalinatas cuyo destino final es la Iglesia del Sagrado Corazón, la cual es una de las edificaciones más hermosas de todo el mundo. Si no deseas subir todas estas escalinatas puedes hacerlo en bus o utilizando el teleférico. Desde este mismo lugar, es decir muy cerca de la iglesia del Sagrado Corazón también podrás disfrutar de una hermosa panorámica de una parte de parís.
En primer lugar es obligada la visita de la Acrópolis de Atenas, el más importante recinto arqueológico de toda Grecia. Sobre una leve colina podrán contemplar el famoso Partenón, el Erection que era el templo más sagrado de la antigüedad, el templo de Atenea-Nike, los Propileos, el Odeón de Herodes Atico, el antiguo teatro de Dionissos, etc... Todo ello dentro de este recinto arqueológico con una única entrada.
Además pueden visitar el pequeño pero interesantísimo museo de la Acrópolis del que destacamos la escultura del Moscóforo y una de las auténticas Cariátides (columnas con forma de mujer), etc...
En esta misma zona, aconsejamos conocer el Barrio de Plaka y Monastiraki. Se trata de los dos barrios situados en la falda de la Acrópolis. De día pueden visitar las numerosas tiendas con los productos griegos más variados, souvenirs, etc... y visitar el rastro de Monastiraki. Se encontrarán por sus callejuelas con la linterna de Lisícrates.
Por la noche, pueden pasear hasta encontrar entre las numerosas tabernas típicas, algunas con espectáculo o tomar una botella de vino griego en los numerosos rincones con vistas al Partenón... Leer más ...