500.000 personas huyeron de España al caer el gobierno de la República, al final de la guerra civil española. Entre esas personas había de todo: soldados leales al gobierno, políticos, funcionarios, maestros, intelectuales y sus familias, incluidos niños.
Sin embargo, al otro lado de la frontera no fueron recibidos de un modo cálido, sino que fueron internados en Campos de Concentración, como el campo Joffre, en Rivesaltes.
Estos campos sirvieron a veces de puente hacia America Latina, donde fueron acogidos sin restricciones por países como México o Argentina otras veces hacia algunos países europeos.
Las condiciones fueron muy duras: hambre y enfermedades hicieron estragos, pero la guerra mundial cambió para mal o para bien, el destino de estas gentes: muchos de los restantes se incorporaron a la resistencia cuando Francia cayó en manos alemanas, mientras que otros fueron deportados a campos de exterminio alemanes.
En 1941 el campo tenia unos 6700 internos, la mitad de ellos españoles, pero también había un tercio de judíos no franceses.
El campo continuó su funcionamiento hasta 2007, sirviendo para distintos cometidos y albergando todo tipo de gentes a lo largo... Leer más ...