Durante el siglo XVI, se edificaron grandes fortificaciones venecianas para proteger a la ciudad. Murallas, bastiones y rampas eran los elementos con los que se buscaba detener el avance enemigo. Pero la expansión urbana hizo que Viena finalmente se encontrara dividida en dos partes por este sistema defensivo.
En 1857, Francisco José I decidió derribar las viejas murallas para unificar la ciudad, y en su lugar se construyeron magníficos jardines y edificios modernos. Durante 30 años, se erigieron los monumentos neorenacentistas, neogóticos y neoclásicos que hoy son las preciadas joyas del lugar. Los grandes ejemplos son la State Opera House, de estilo renacentista italiano, y el Parlamento de Austria, inspirado en el estilo griego clásico.
El Ringstrasse es un amplio boulevard que constituye la arteria principal del centro y un verdadero anillo que nos pasea por los edificios principales. Compuesto de fachadas espléndidas y espacios verdes ideales para el descanso, es una excelente combinación de ciudad y naturaleza, que hace de Viena un lugar sin igual.
Salzburgo está situada entre el río Salzach y el Mönchsebreg y sobre ella se alza la fortaleza Hohensalzburg. Es la capital del estado federado de Salzburgo (Austria). Se encuentra a 15o kilómetros de Munich y 300 de Viena. Es mundialmente famosa por ser la ciudad donde nació el genial compositor, Wolfgang Amadeus Mozart.
El casco antiguo de la ciudad, Die Altstadt, es uno de los centros históricos mejor conservados del centro de Europa, no en vano en 1996 la Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad.
Salzburgo presenta varios atractivos turísticos: catedral, antiguas fortalezas, castillos medievales, iglesias de estilo gótico y barroco, palacio archiepiscopal, palacios imperiales, consistorio, edificios universitarios, museos, parques, etc. Además, sobresalen los festivales de música clásica y ballet con el Festival de Salzburgo a la cabeza.
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2001, el casco antiguo de la capital de Austria es un verdadero recinto de monumentos históricos con un valor incalculable. Cada uno de ellos, pero también su peculiar disposición, configuran un espacio soñado para los amantes de la arquitectura y para todos aquellos que disfruten de la belleza de los paseos urbanos antiguos.
Desde la época en que los asentamientos célticos dominaban el territorio, la ciudad de Viena se ha desarrollado a través de los principales períodos de la historia. Construcciones romanas, estructuras medievales y estilos barrocos se sucedieron hasta que finalmente la urbe pasó a ser la capital del Imperio Austro-Húngaro.
El clasicismo vienés desplegó todo su encanto en ella, y se convirtió en un importantísimo capítulo de la historia del arte. Además de los exquisitos edificios que forman parte de su corazón antiguo, los inmensos parques que rodean a éstos hacen de Viena un paseo maravilloso.