O para escapar de allí, como viene sucediendo desde la semana pasada. Dorohusk es el paso por el que está huyendo la mayor parte de exiliados ucranianos. Un pueblo en el que nunca pasa nada y ahora se ha convertido en la ‘zona cero’ del éxodo de los refugiados ucranianos.
Este es el día a día en Dorohusk, un pequeño pueblo de poco más de 500 habitantes. El último de Polonia antes de entrar en Ucrania. Un remoto enclave rural en el que hay poco que hacer y al que sólo se va para acceder al país vecino.