Este puñado de casitas de piedra color arena se van acomodando sobre las colinas de Vaucluse, hasta los 370 m de altitud. Las calles angostas van serpenteando por la cuesta desplegando su alfombra adoquinada para dejar pasar a los viajeros y a los locales de manera que puedan descubrir cada rincón.
Gordes parece un típico pueblo de postal. Por algo este famoso pueblo provenzal figura entre los más bellos de Francia. El castillo, las callejuelas empedradas y la bonita y sombreada plaza esperan al visitante.