Si tienes suerte y coges días soleados (algo nada fácil, por otra parte, aunque estés en agosto...), es el punto de partida de muchos teleféricos y funiculares que te ponen en alguna de las montañas más altas de la zona y que alcanzan unas vistas fascinantes.
Muy cerquita de Interlaken, se encuentra Grindelwald. Un pequeño pueblo alpino muy turístico y famoso tanto por sus pistas de esquí en invierno como por la cantidad de rutas que parten desde allí para los paseantes en verano.