Sólo abierto entre los meses de Mayo y Septiembre, por razones climáticas, el mismo no solo es una colección de pequeños edificios. Sino que forma una pequeña ciudad con vida propia. Desde un puerto hasta un centro urbano, la ciudad, cuenta además con un sistema de iluminación. Por la noche, miles de diminutas luces se encienden en las farolas de la calle y las ventanas de las casas y edificios. A su vez, un sistema electrónico hace que algunas luces se prendan o apaguen al azar, dando una etera sensación de vida al lugar.