El edificio principal de Simonopetra fue construido sobre la roca y haciendo crecer lo que fuera la estructura original levantada por el Monje Simón, quien fundó el Monasterio en el siglo XIV. La estructura ha sufrido reiterados incendios, como los de 1580 y 1891, tras los cuales se erigieron las diferentes naves que terminaron dando la fisonomía actual del lugar.
Un dato curioso es que los monjes suelen contar los pisos desde arriba hasta abajo, con lo cual el primer piso es el más alto y así sucesivamente.
Sin dudas, si estás cerca del Monte Athos no puedes dejar de llegarte hasta esta joya ancestral que con sólo verla quita la respiración y enciende la curiosidad. ¿Qué habrá cruzado por la mente del monje que decidió construir el monasterio colgando del acantilado? ¿cuán duro habrá sido construirlo sobre el abismo? Los misterios permanecen haciendo de este lugar, un sitio increíble.
Monasterio que cuelga en un acantilado da vértigo de por sí pero brinda a la vez una postal majestuosa. Pueden ir a impresionarse a Grecia con esta mole arquitectónica ubicada en la costa sur de la península del Monte Athos.
Hablamos del Monasterio de Simonopetra o Simonos Petra donde se profesa la religión ortodoxa. El edificio que montaron se adaptó perfectamente al terreno escarpado que caracteriza a la costa sur de la península, haciendo que quede casi colgando de un acantilado a 330 metros sobre el nivel del mar.
El Monasterio está compuesto por varias construcciones distribuidos en plantas y en él habitan medio centenar de monjes. En un ambiente de calma como este, con una vista sin igual del mar y el entorno de vegetación nutrida, no es difícil de imaginar que los religiosos encuentren la paz y el sosiego necesario para tener una excelente vida espiritual.