En el corazón del Monte Baldo, el macizo montañoso de los Alpes y apodado El Jardín de Europa, con más de 2.000 metros de altitud y unas espectaculares vistas del Lago di Garda. Justo en las entrañas de este monte reside Madonna della Corona, una joya arquitectónica cuya historia se remonta a más de 800 años atrás.
El santuario se alza a 774 metros sobre el nivel del mar, aferrándose a las rocas que lo rodean como si estuviera esculpido en las propias paredes de la montaña que lo sujeta, entre una buena dosis de vegetación.