¡Ay de hacerlo después de una noche lluviosa! Creo que, dada la atracción turística que ejercerá el mirador, son necesarias cuerdas o parapetos, al menos en los lugares que dan al desfiladero. Lo recorrí con mis hijos, corriendo un gran riesgo, que podría haber evitado en retrospectiva.
El mirador sobre la cascada es honestamente genial. Dicho esto, hay que añadir que el camino de aproximación es muy empinado, lleno de obstáculos (raíces de árboles), con algunos tramos muy expuestos y sobre todo resbaladizos.