Como se comenta anteriormente, la zona de esta cuenca, por sus belleza natural y ofertas recreativas y deportivas, tiene un buen tirón turístico.
La laguna de Bacalar o de los Siete Colores, de plácidas aguas, cubren toda la gama entre el azul turquesa y el azul de Prusia. Casi las mismas tonalidades del mar Caribe, pero tierra adentro, y rodeado de selva.
Con casi 60 kilómetros de longitud, la de Bacalar es la laguna interior más larga del país, después de la de Chapala. Por el norte, Bacalar está conectada con otras lagunas como Guerrero y Chile Verde, que a su vez están también comunicadas con la bahía de Chetumal, y que por esta razón tienen aguas salobres. Por el sur, está conectada con el río Hondo a través del canal de Chac.
Este enorme sistema acuático ofrece oportunidades de paseos y aventuras al gusto.
La cuenca hidrológica de la Bahía de Chetumal contiene al río Hondo que desemboca en dicha bahía, haciendo frontera entre Méjico y Belice, y al río Escondido, afluente del Hondo, ambos únicos ríos de toda la península de Yucatán.
Pero lo más singular y no menos importante son una serie de lagunas, entre las que destaca la Laguna de Bacalar, también llamada la Laguna de los Siete Colores, pues alberga hasta siete tonalidades de azul en sus aguas, debido a las diferentes profundidades que tiene. Dentro de la laguna existen tres diferentes cenotes, cuyas aguas desbordaron constituyendo una única laguna, su forma es estrecha y larga, teniendo 42 km de largo y solo 4 km en su punto más ancho.
La laguna recibe su nombre por estar situada a sus orillas la ciudad de Bacalar, la más antigua población de Quintana Roo, a su vez el nombre de esta proviene del maya Bakhalal, que significa "Rodeado de carrizos", posteriormente fue refundada por los colonizadores españoles, que para defenderla de los piratas ingleses y de los grupos mayas rebeldes construyeron el Fuerte de San Felipe, que constituye hoy un atractivo turístico.
Otras lagunas menores, como la Laguna... Leer más ...