Este fenómeno que hemos decidido llamar como “cuando las burbujas se congelan en el lago Abraham” es fruto de condiciones creadas en partes iguales por la mano del hombre y la naturaleza. Como sea, es increíble sumarle al hecho de caminar sobre un lago congelado, mirar el piso y ver esos globos petrificados a nuestros pies.
Supongo que a todos os sonará eso del GPS, pues los 24 satélites que permiten localizar cualquier punto del globo se dirigen desde esta base, en los EE UU, claro: